lunes, 12 de septiembre de 2011

Del gris al rojo

atardecer desde mi terraza by fyebra
atardecer desde mi terraza, a photo by fyebra on Flickr.
Después de juna tarde con el cielo muy tapado por las nubes, en diez minutos los últimos rayos del sol las tiñeron de rojo en una explosión de contrarios, rojo/negro.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Procesión de las Nieves, Sorribas



Sorribas, el pueblo de mi padre, celebra su fiesta patronal en honor a la Virgen de las Nieves.
Como en la mayoria de los pueblos del Bierzo, su fiesta patronal fue decayendo del esplendor de las décadas de los cuarenta, cincuenta y sensenta (del pasado siglo....).
A la casa de los abuelos paternos acudíamos toda la família para esta fiesta: asistencia a la misa y procesión, comida familiar, verbena y algunas travesuras infantiles...
Durante la juventud la celebración queda circunscrita a una comida familiar, por la insistencia de la madre...
Más tarde la fiesta se pierde totalmente y celebramos la comida familiar, a la que asisto por acompañar a los tíos...
Con el paso del tiempo la comida es cita obligada del verano y vuelvo en alguna ocasión a la procesión, para acompañar a mi madre, (orgullosa ella, como cualquier madre, de estar rodeada de sus hijos), en el pueblo de Iglesia del Campo, donde está la iglesia de Sorribas...
Cómo cualquier cita a la que se acude anualmente a un lugar de la infancia, me produce nostalgia y tristeza comprobar el paso del tiempo, en las personas y en las cosas.
Después de la muerte de mi madre continué acudiendo, porque mi padre y mi padrino se sintieran arropados en un día en que se la echaba a faltar.
Este año ya no tenía que estar con nadie...(faltan ya todos...), pero decidí ir; sabía que estarían contentos si me vieran (tal vez pensarían, ay!, porque no los acompañé más en vida...).
La procesión, como todas, es momento de encuentro: unos entran a misa, otros se quedan a fuera, a la sombra, después se recorre la calle principal y se vuelve desde el cementerio. La virgen es portada por mujeres y se acaba rápidamente. Después unas cuantas piezas con la banda de gaiteiros, alguna persona que se arranca con una muiñeira, un vermut con comentarios sobre dónde estás, cómo va la vida, y nos vamos...(el cura el primero, que con esto de tener tantos pueblos en los que decir misa van estresados...)
Me voy...recorro la llanura de Iglesia del Campo contemplando el verde Bierzo desde lo alto, con el corazón encogido de tristeza... y oigo la sonrisa de mi padre cuando, arando nuestra viña, oía al tío Toño, o a David “el de Chuchas”, en las viñas camino del Castro, con aquellos “arre mula” tan poco enérgicos y convincentes...”cómo les van a hacer caso con ese tono?”. La nuestra era más pequeña, pero a mi padre se le iba a dormir en las vueltas de los vallados...
Los paisajes no están solos...las palabras y los hechos quedan prendidos en ellos...