domingo, 27 de noviembre de 2011

Sin salida

Sin salida

Las líneas conducen inexorablemente la visa hasta el final del paralelogramo.
De entrada la luz produce una sensación engañosa, de esperanza; pero el muro del fondo corta la ilusión: no hay salida.
Una piedra y la ventana de la izquierda devuelven un poco el optimismo: quizás si arrojo la piedra contra la ventana pueda realizar un agujero y salir. Pero un análisis más detallado me recuerda que entra poca luz, menos que por el techo…y éste ya parece demasiado resistente como para poder traspasarlo.
Reparo en la derecha; no me había fijado por la falta de luz, pero hay una mancha que parece de sangre. Signo inquietante. Tal vez alguien, antes que yo, ha intentado buscar la salida aquí…
Si pudiera volver retroceder…pero la geometría me lleva hacia adelante. No hay vuelta atrás.
Al final, a la derecha parece que encuentro un atisbo de esperanza: hay una puerta. ¿Estará abierta?. No entra luz…y la pared está cubierta de humedad, puede que esté orientada al norte. Si esta es la salida, la humedad y el frío se apoderarán de mis huesos.
Oigo voces, me llaman… ¿O son voces interiores?. ¿Será el final?
Parece que me he entretenido demasiado en hacer fotos...
Quién sabe, tal vez algún monje del Monasterio de San Pedro de Montes, después del año de su fundación, en el 635, sintió el mismo frío que yo ahora: ¿hay salida?

sábado, 19 de noviembre de 2011

El señor de Bembibre

From El Bierzo, arquitectura y paisaje



Tres criados recorren a caballo los caminos del cauce del río Cúa, entre Cacabelos y Arganza. Es uno de los primeros años del siglo XIV. La primavera ha cubierto los chopos de la vereda del río de hojas. Para ellos es una hermosa pincelada en su camino; para mí, desde el alto del Castrelín, es una marea verde. Desde el Sil, que está a mis pies, hasta Espanillo, la vega del Cúa es un manto verde de chopos que complementa el de los campos de trigo y de los “castiñeiros”, el rojizo con motas verdeamarillentas de las viñas ya en flor y el blanco de los cerezos. Mis ojos quedan absortos ante este hermosa paleta impresionista.
Cómo todos los criados, van hablando de sus amos. Hoy hubiesen acudido a algún programa de televisión para obtener beneficios de las miserias, supuestas, ciertas o inventadas, de sus amos. Pero en este momento de la historia todavía la amistad y la lealtad son valores que rigen la conducta humana. Cada uno de ellos ensalza las virtudes que atesoran sus amos.
De entrada, la figura del señor de Bembibre gana mi simpatía: es joven, no pertenece a la alta nobleza, persigue la justicia y es fiel a los suyos, aún en tiempos tan difíciles; los Templarios han caído en desgracia y parece imposible que las presiones de algún rey fuertemente endeudado no consiga que la maquinaria represora oficial de la Iglesia Católica acabe con ellos.
Los criados hace rato que han salido de Cacabelos, que está en ferias, de donde venían. Veo, entre los chopos, como los labriegos de la comarca, y aun de pueblos alejados, llegan con lentitud: sus vacas y terneras están cansadas del largo camino. Otros vienen en caballos, burros o mulas, con rápido paso. Los demás van a pie y portan cestas, los unos, para vender algún producto y otros con capacho, para llenarlo de aquellos pocos e imprescindibles objetos que se podrán comprar. Unos rabos de pulpo y un vino áspero se lo podrán permitir sólo unos pocos….(el pulpo siempre ha estado caro…)
Los criados cabalgan, el mayor observando a su sabueso, por la llanura camino de Quilos. Una subida tendida y llagarán a Arganza. La discusión entre ambos sobre las nobles virtudes y arrojo de sus amos, sube de punto. Al final, empero, el valor, sencillez y humanidad de Don Alonso agrandan su figura a ojos de todos y los ánimos se apaciguan.
El cielo se está cubriendo de nubes rápidamente; se ha levantado aire y nubes de tormenta apuntan entre Peñamala y la Cabrera. En esta época del año en diez minutos puede cambiar el tiempo. Dejo a los criados proseguir el camino, me pongo el chubasquero e inicio el descenso del Castrelín a buen ritmo, pero con cuidado: las rocas están cubiertas de musgo en las zonas umbrías, corre el agua y es fácil resbalar. Me concentro en el camino y me olvido del señor de Bembibre. Llego al puente colgante. A los cinco minutos se divisa la depuradora de Villadepalos. El siglo XXI no admite ensoñaciones…

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Con quien estas tu

From Lugares Comunes

He pasado varias veces al lado de esta pared y no había reparado en la pintada.
No está firmada. Tampoco hay indicios de que esté dirigida a alguien en concreto. O sea, que puedo pasar de largo tranquilamente. Me voy. Tonterías de gente que no tiene más que hacer.
Pero vuelvo sobre mis pasos. Me inquieta. Parece una pregunta, pero no lleva signo de interrogación…
Puede ser una advertencia. ¡Vete con cuidado!
El mundo está lleno de situaciones antitéticas. Puede que hayas tomado partido equivocadamente…
Es posible que en este lugar haya habido una controversia local importante y algún poder o grupo esté marcando territorio…Estará, tal vez, dirigida al dueño de la finca…o al vecino de la casa de enfrente, para que cada vez que entre o salga sienta como la duda y el temor lo asaltan…
Me tranquiliza, de todas maneras, este pensamiento: parece que la cosa no va conmigo, así que ya puedo proseguir mi paseo.
Camino un rato, pero no logro quitarme de la cabeza la pregunta/advertencia: con quién estás tu….
Con los de arriba, con los de abajo…(del barrio)
Con los de este pueblo, con los del pueblo de al lado...
Con los que explotan, con los que sufren…
Con los que están en/con el poder, con los que no estarán nunca…
Con los que les da todo igual, con los que se buscan problemas….
Con los que preguntan, con los que contestan…
Con los que piensan, con los que existen (aunque no piensen…)
Con los que tienen todas las verdades, con los que dudan…
Demasiadas preguntas. Me siento en el puente del río. El agua del Cúa lleva mis pensamientos al ritmo vertiginoso de sus aguas.
Con los que dudan. Siempre con los que dudan.