lunes, 26 de diciembre de 2011

¿Por qué me miras tan serio?

peñaranda, atardecer

Un labrador avanza, al atardecer, por el camino de la izquierda que conduce al pueblo.
Camina, llevando las riendas del caballo delantero. El carro, pintado de color madera, con barrotes de hierro, dice mucho de su dueño, persona laboriosa y cuidadosa. Su paso, acompasado, es lento y cansado, después de un duro día de trabajo.
Se ha levantado un par de horas antes del alba, para darle de comer a las mulas y al caballo, preparar el carro y la reata y desplazarse a la tierra, a una hora de camino de casa.
La jornada ha sido larga y cansada, catorce horas de faena, apenas una hora para comer, al mediodía, “comida de seco y vino caliente en la bota”, lo justo para perder el apetito. No ha podido encontrar una triste sombra para descansar un rato de los inclementes rayos del sol.
Sus momentos de descanso, tres o cuatro cigarros que ha liado con el tabaco de la petaca, con la maestría de los años y unos breves minutos de charla, a última hora de la mañana, cuando pasó al lado de la tierra un amigo de juventud del pueblo de al lado, con el que compartió la preocupación porque “la temporaza está avanzada, no ha llovido y el trigo va mermado”, presagios de una cosecha escasa.
En la cara del labrador, surcada de profundas arrugas, de los muchos años de sol a sol, su mirada expresa la tenacidad del hombre curtido en el trabajo y la adversidad, que sabe que el destino es trabajar para procurar un humilde sustento para su familia, con seriedad y honradez.
Un muchazo joven, vestido como señorito elegante de ciudad, está sentado en un mojón al lado de la carretera, a la sombra de los álamos. Tiene porte apuesto y distinguido y contempla esta llanura castellana, desde donde echa en falta la luminosidad abrumadora de llanura cálida del mar de su infancia.
El labrador avanza y el muchacho distinguido se levanta para pelar la hebra con el lugareño. Lo saluda con amabilidad, con ganas de entablar conversación pero con preguntas de señorito de ciudad y se queda contrariado por la respuesta cortés, pero seca, del labrador.
El muchacho joven se queda contemplando como se aleja el labrador, que compone una bella imagen con el atardecer en la espalda. Avanza rápidamente, llega a la altura del labrador y le dice….
¿Por qué me miras tan serio,
carretero?
Tienes cuatro mulas tordas,
un caballo delantero,
un carro de ruedas verdes,
y la carretera toda
para ti,
carretero.
¿Qué más quieres?

El labrador sonríe para sus adentros, “qué sabrá este señorito de la vida” y continua el camino…
Llegar a casa, descargar el carro, cepillar la mulas, prepararles su cena de paja y avena y pensar en la faena de mañana.
Con el último cigarro del día, contemplando el corral con la claridad de la luna llena, murmura, “así es la vida, hay que aceptarla como viene..:”

peñaranda, desde el castillo

domingo, 4 de diciembre de 2011

¿Había salida?


sin salida
¿Hay salida?
Me quedo quieto, cierro los ojos, respiro, respiro….respiro más pausadamente, intento pensar….No he reparado en una posibilidad, había una entrada, o sea…giro la cabeza y, ¡si!, la puerta está entreabierta.
Recorro los cinco metros que me separaban de la puerta rápidamente y subo las húmedas escaleras con ansiedad. Llego a la planta y estoy el pasillo debajo del cual me encontraba antes, abierto al fondo, con acceso a un patio con árboles. Lo recorro más tranquilo, llego al patio, pero sigo pensando…. Me doy media vuelta, hasta el inicio del pasillo, me recuesto en la pared y me quedo mirando…
La planta/techo es de madera, las vigas también. El espacio en el que se alojan las vigas es pequeño, no parece que hace mil años las hicieran así, más bien eran de dimensiones considerables….Tampoco que el piso fuera de piedra: en el resto del monasterio hay bastantes techos de piedra bien conservados…
Si había techo piedra, el piso inferior debería de estar prácticamente a oscuras, sólo con la débil luz de dos ventanas. ¿A que se destinaba este pasillo? Es demasiado ancho para servir únicamente de paso a la puerta del fondo. No parece útil como almacén o granero, sería demasiado húmedo.
 en el piso superior
El del piso superior parece lugar de paso, quizás de charla entre los hermanos, de paseo…Entonces, ¿serían de paseo los dos? ¿Quién pasearía en el piso inferior y quién en el superior?
Me siento en una puerta y me asaltan unas cuántas hipótesis. Cada vez me parecen más descabelladas…
Monasterio, misticismo, pero convivencia, debilidades, culpa…
Seguro que algunos hermanos expiaban pecados en el silencio, obscuridad y humedad del piso inferior. ¿Serían voluntarias estas estancias, para superar la debilidad y reforzar la fe, en estas duras condiciones? Tal vez eran impuestas, como castigo ejemplarizante, o para doblegar alguna voluntad, alguna férrea voluntad, que se oponía ¿a qué? No es fácil saberlo, en una convivencia tan masculina.
Si el piso era de piedra, el aislamiento sería duro, pero más todavía en la hipótesis de la madera; esta permitiría la vigilancia o las miradas de los que estaban “arriba”. ¿Serían comprensivos con las faltas de sus compañeros o servirían para zaherir más al pecador y ablandarlo antes?
Me levanto. Llevo demasiado tiempo en el monasterio pensando tonterías. Me salgo inmediatamente. Necesito pasear por el pueblo, recuperar el calor y el presente y admirar el tejo milenario…
Había salida, pero no se si tenía peaje…

domingo, 27 de noviembre de 2011

Sin salida

Sin salida

Las líneas conducen inexorablemente la visa hasta el final del paralelogramo.
De entrada la luz produce una sensación engañosa, de esperanza; pero el muro del fondo corta la ilusión: no hay salida.
Una piedra y la ventana de la izquierda devuelven un poco el optimismo: quizás si arrojo la piedra contra la ventana pueda realizar un agujero y salir. Pero un análisis más detallado me recuerda que entra poca luz, menos que por el techo…y éste ya parece demasiado resistente como para poder traspasarlo.
Reparo en la derecha; no me había fijado por la falta de luz, pero hay una mancha que parece de sangre. Signo inquietante. Tal vez alguien, antes que yo, ha intentado buscar la salida aquí…
Si pudiera volver retroceder…pero la geometría me lleva hacia adelante. No hay vuelta atrás.
Al final, a la derecha parece que encuentro un atisbo de esperanza: hay una puerta. ¿Estará abierta?. No entra luz…y la pared está cubierta de humedad, puede que esté orientada al norte. Si esta es la salida, la humedad y el frío se apoderarán de mis huesos.
Oigo voces, me llaman… ¿O son voces interiores?. ¿Será el final?
Parece que me he entretenido demasiado en hacer fotos...
Quién sabe, tal vez algún monje del Monasterio de San Pedro de Montes, después del año de su fundación, en el 635, sintió el mismo frío que yo ahora: ¿hay salida?

sábado, 19 de noviembre de 2011

El señor de Bembibre

From El Bierzo, arquitectura y paisaje



Tres criados recorren a caballo los caminos del cauce del río Cúa, entre Cacabelos y Arganza. Es uno de los primeros años del siglo XIV. La primavera ha cubierto los chopos de la vereda del río de hojas. Para ellos es una hermosa pincelada en su camino; para mí, desde el alto del Castrelín, es una marea verde. Desde el Sil, que está a mis pies, hasta Espanillo, la vega del Cúa es un manto verde de chopos que complementa el de los campos de trigo y de los “castiñeiros”, el rojizo con motas verdeamarillentas de las viñas ya en flor y el blanco de los cerezos. Mis ojos quedan absortos ante este hermosa paleta impresionista.
Cómo todos los criados, van hablando de sus amos. Hoy hubiesen acudido a algún programa de televisión para obtener beneficios de las miserias, supuestas, ciertas o inventadas, de sus amos. Pero en este momento de la historia todavía la amistad y la lealtad son valores que rigen la conducta humana. Cada uno de ellos ensalza las virtudes que atesoran sus amos.
De entrada, la figura del señor de Bembibre gana mi simpatía: es joven, no pertenece a la alta nobleza, persigue la justicia y es fiel a los suyos, aún en tiempos tan difíciles; los Templarios han caído en desgracia y parece imposible que las presiones de algún rey fuertemente endeudado no consiga que la maquinaria represora oficial de la Iglesia Católica acabe con ellos.
Los criados hace rato que han salido de Cacabelos, que está en ferias, de donde venían. Veo, entre los chopos, como los labriegos de la comarca, y aun de pueblos alejados, llegan con lentitud: sus vacas y terneras están cansadas del largo camino. Otros vienen en caballos, burros o mulas, con rápido paso. Los demás van a pie y portan cestas, los unos, para vender algún producto y otros con capacho, para llenarlo de aquellos pocos e imprescindibles objetos que se podrán comprar. Unos rabos de pulpo y un vino áspero se lo podrán permitir sólo unos pocos….(el pulpo siempre ha estado caro…)
Los criados cabalgan, el mayor observando a su sabueso, por la llanura camino de Quilos. Una subida tendida y llagarán a Arganza. La discusión entre ambos sobre las nobles virtudes y arrojo de sus amos, sube de punto. Al final, empero, el valor, sencillez y humanidad de Don Alonso agrandan su figura a ojos de todos y los ánimos se apaciguan.
El cielo se está cubriendo de nubes rápidamente; se ha levantado aire y nubes de tormenta apuntan entre Peñamala y la Cabrera. En esta época del año en diez minutos puede cambiar el tiempo. Dejo a los criados proseguir el camino, me pongo el chubasquero e inicio el descenso del Castrelín a buen ritmo, pero con cuidado: las rocas están cubiertas de musgo en las zonas umbrías, corre el agua y es fácil resbalar. Me concentro en el camino y me olvido del señor de Bembibre. Llego al puente colgante. A los cinco minutos se divisa la depuradora de Villadepalos. El siglo XXI no admite ensoñaciones…

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Con quien estas tu

From Lugares Comunes

He pasado varias veces al lado de esta pared y no había reparado en la pintada.
No está firmada. Tampoco hay indicios de que esté dirigida a alguien en concreto. O sea, que puedo pasar de largo tranquilamente. Me voy. Tonterías de gente que no tiene más que hacer.
Pero vuelvo sobre mis pasos. Me inquieta. Parece una pregunta, pero no lleva signo de interrogación…
Puede ser una advertencia. ¡Vete con cuidado!
El mundo está lleno de situaciones antitéticas. Puede que hayas tomado partido equivocadamente…
Es posible que en este lugar haya habido una controversia local importante y algún poder o grupo esté marcando territorio…Estará, tal vez, dirigida al dueño de la finca…o al vecino de la casa de enfrente, para que cada vez que entre o salga sienta como la duda y el temor lo asaltan…
Me tranquiliza, de todas maneras, este pensamiento: parece que la cosa no va conmigo, así que ya puedo proseguir mi paseo.
Camino un rato, pero no logro quitarme de la cabeza la pregunta/advertencia: con quién estás tu….
Con los de arriba, con los de abajo…(del barrio)
Con los de este pueblo, con los del pueblo de al lado...
Con los que explotan, con los que sufren…
Con los que están en/con el poder, con los que no estarán nunca…
Con los que les da todo igual, con los que se buscan problemas….
Con los que preguntan, con los que contestan…
Con los que piensan, con los que existen (aunque no piensen…)
Con los que tienen todas las verdades, con los que dudan…
Demasiadas preguntas. Me siento en el puente del río. El agua del Cúa lleva mis pensamientos al ritmo vertiginoso de sus aguas.
Con los que dudan. Siempre con los que dudan.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Del gris al rojo

atardecer desde mi terraza by fyebra
atardecer desde mi terraza, a photo by fyebra on Flickr.
Después de juna tarde con el cielo muy tapado por las nubes, en diez minutos los últimos rayos del sol las tiñeron de rojo en una explosión de contrarios, rojo/negro.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Procesión de las Nieves, Sorribas



Sorribas, el pueblo de mi padre, celebra su fiesta patronal en honor a la Virgen de las Nieves.
Como en la mayoria de los pueblos del Bierzo, su fiesta patronal fue decayendo del esplendor de las décadas de los cuarenta, cincuenta y sensenta (del pasado siglo....).
A la casa de los abuelos paternos acudíamos toda la família para esta fiesta: asistencia a la misa y procesión, comida familiar, verbena y algunas travesuras infantiles...
Durante la juventud la celebración queda circunscrita a una comida familiar, por la insistencia de la madre...
Más tarde la fiesta se pierde totalmente y celebramos la comida familiar, a la que asisto por acompañar a los tíos...
Con el paso del tiempo la comida es cita obligada del verano y vuelvo en alguna ocasión a la procesión, para acompañar a mi madre, (orgullosa ella, como cualquier madre, de estar rodeada de sus hijos), en el pueblo de Iglesia del Campo, donde está la iglesia de Sorribas...
Cómo cualquier cita a la que se acude anualmente a un lugar de la infancia, me produce nostalgia y tristeza comprobar el paso del tiempo, en las personas y en las cosas.
Después de la muerte de mi madre continué acudiendo, porque mi padre y mi padrino se sintieran arropados en un día en que se la echaba a faltar.
Este año ya no tenía que estar con nadie...(faltan ya todos...), pero decidí ir; sabía que estarían contentos si me vieran (tal vez pensarían, ay!, porque no los acompañé más en vida...).
La procesión, como todas, es momento de encuentro: unos entran a misa, otros se quedan a fuera, a la sombra, después se recorre la calle principal y se vuelve desde el cementerio. La virgen es portada por mujeres y se acaba rápidamente. Después unas cuantas piezas con la banda de gaiteiros, alguna persona que se arranca con una muiñeira, un vermut con comentarios sobre dónde estás, cómo va la vida, y nos vamos...(el cura el primero, que con esto de tener tantos pueblos en los que decir misa van estresados...)
Me voy...recorro la llanura de Iglesia del Campo contemplando el verde Bierzo desde lo alto, con el corazón encogido de tristeza... y oigo la sonrisa de mi padre cuando, arando nuestra viña, oía al tío Toño, o a David “el de Chuchas”, en las viñas camino del Castro, con aquellos “arre mula” tan poco enérgicos y convincentes...”cómo les van a hacer caso con ese tono?”. La nuestra era más pequeña, pero a mi padre se le iba a dormir en las vueltas de los vallados...
Los paisajes no están solos...las palabras y los hechos quedan prendidos en ellos...

viernes, 5 de agosto de 2011

Camarín Magdalena 2011


En este video del 2009 nos explican algunos de los principales actores qué es el Camarín.

Andrés habia prometido una "edición especial" para retirarse...
La verdad es que la superficie engalanada era el doble que la de otros años....y el trabajo ingente...y la belleza y colorido impresionante...
Dentro de dos años...¿qué pasará?
Una cosa es segura: habrá Camarín...la obra de un pueblo que, por un dia, tiene un nexo de unión.

lunes, 18 de julio de 2011

75º Aniversario de la Guerra Civil

Belchite by fyebra




Hoy se cumple el 75º aniversario del inico de la Guerra Civil española.
Un millón de muertos, un país sumido en el miedo (tema recurrente en mi adolescencia) y una derecha que es capaz de cualquier cosa, ¿también hoy?
Cómo homenaje a la legalidad del régimen legalmente establecido y testimonio de los cincuenta siguientes años, una imagen de Belchite: destrucción...

miércoles, 29 de junio de 2011

Roge no se compró la guitarra...











From Proyecto Camarin


La semana antes de morir, Roge me dijo que quería que le publicase su poema a Yoli en mi blog.
Habíamos ido a su casa para pedirle las llaves de la iglesia, a las nueve de la noche, pues quería ver unas fotos mías de la procesión de 2009, que estaban expuestas. Era una hora poco habitual, pero me acababa de enterar y me volvia de las vacaciones a la mañana siguiente.
De un manojo grande de llaves, no encontrábamos la que pertenecía a la iglesia. Llamamos a su hermana Ana al bar, para que le indicara a Roge dónde estaban, pero ella prefirió subir en persona. En la espera, Roge le contaba a Isa su situación, que volvía al proyecto Hombre y que después de “otras” cosas, “la metadona” tampoco era la solución... A mi me explicó que le gustaría comprarse una guitarra eléctrica, que cuanto creía yo que le costaría. Me confesó que no tenía ni idea de tocarla, pero que el ruido, (tocó un rif con la boca con distorsión a tope), le gustaba.
Cuando llegó Ana me explicó que había visto mis fotos en mi blog, me citó unas cuantas entradas que le habían gustado y entonces Roge me dijo que colgase su poema en mi blog. Yo le propuse que me lo recitara en el verano, en video o en audio, y que lo colgábamos así. Quedamos de acuerdo.
Una semana más tarde Auri me dijo que Roge se había muerto.
No es que yo tuviese una relación estrecha con Roge. No era de mi generación ni vivía en el barrio, pero coincidíamos en el bar de Luis y, siempre muy amable, hablábamos a menudo, y explicaba sus proyectos de “esta vez...”, aunque la partida cortaba muchas conversaciones...A veces explicaba vivencias personales y me producía gran tristeza contemplar lo que parecía otra vida truncada...
La juventud fue siempre una época díficil: identidad personal, encaje en el grupo, vitalidad, amor al riesgo y a los excesos....
La idea de la “arcadia feliz” en el pueblo, donde todos se conocen y, por tanto, no pasa nada, por desgracia hace bastante tiempo que es falaz: los mismos riesgos que la ciudad...
De todas estas cosas se acuerda uno en momentos así: tristeza e impotencia, aunque nada de eso es ya importante. Roge ha muerto y probablemente en su vida las sombras pudieron con la luz y la felicidad.
Le he pedido a Suso si me podía facilitar el poema, para cumplir con la palabra dada en nuestra última conversación. Como humilde recuerdo, le escribo estas líneas y cuelgo su poema.
Roge no se compró la guitarra...



Amor callado

Dime si es verdad que al final descansas
Dime si es verdad; no oigo tu voz
¿Es verdad que no hay calor, ni frío?
¿Hablaste con El?¿Le has visto?
Tu que eres amiga de la vida intensa
¿Viste ya a todos los demás?
Cuéntame, que ves tan lejos,
Al otro lado del espejo.
Yoli, tu juventud, la primera,
Pasó como un torbellino, bohemia y aborrascada,
Hasta de coplas y vinos cantabas.
Tú, mi juventud bien amada,
Hoy miro las galerías del recuerdo
Para hacer aleluyas de herejías
Desconsoladas de ayer y mañana.
Adiós Yoli, lágrimas cantoras,
Lágrimas que alegremente brotáis,
Como la fuente del Cavorco
Las limpias aguas sonoras;
Buenas lágrimas vertidas por un amor juvenil,
Cual lluvia fresca caída, por los campos de abril.
No canta ya el ruiseñor
De cierta noche serena,
Sanamos del mal de amor,
Que sabe llorar sin pena.
No ladra Lila, sino llora
Tu ausencia pasajera;
Encima de tu cama espera; pobre poeta...
Amante de los animales ( de los perros)
Por salvar a uno te arrancaron de la Tierra.
Todos te recordaremos; tu madre, tu hija, tu hermana,
Todos los animales (los perros)
Llorando o riendo, un día de luna llena
Plantaremos un árbol en tu casa amada,
Tus cenizas debajo calladas.
Sonrisas y lágrimas, esperas
Para recordarte la vida entera.
Desde hoy es más triste la primavera
Porque una flor se fue
Una amante de la tierra

Con todo el cariño, estés donde estés...Yoli

Roge, 14 de Mayo de 2008

miércoles, 25 de mayo de 2011

Porfirio

Porfirio (I) by fyebra
Porfirio (I), a photo by fyebra on Flickr.

Dueño del Bar Castro, o Castro, o Ben Barek...conocido de cualquiera de estas formas por distintas generaciones de bercianos. Con todos estos nombres se le identifica con ideas de izquierda, radicales y revolucionarias.
La primera vez que entré en su bar, yo, muchacho fatuo del Cacabelos pretendidamente cosmopolita de los 70, me causó una fuerte impresión, como de una época pasada. No parecía ni siquiera un bar sino más bien una taberna: el mostrador de mármol, irregular y no de una pieza, las paredes, las mesas...
La gente mayor que sabía que cortejaba en Villadepalos, sin embargo, me preguntaban si había probado “os peixes” de Ben Barek...
Poco a poco empecé a frecuentar el bar: el café era bueno y el trato humano, despojado de la altanería de adolescente, cálido, acogedor, cercano.
Buenos amigos de mi suegro, Bautista, Porfirio y su mujer, Luisiña, me dispensaron gran cariño, conservado y acrecentado con el tiempo.
Persona de fuerte carácter, de expresión radical en la manifestación de sus ideas políticas y afición por el fútbol... ¡cuántas veces le tiré del genio con su Bilbao, que no ganaba ya como antes y él me replicaba con la retahíla de los robos del Madrid! Enseguida se daba cuenta de que lo hacia por tirarle del genio y se reía...
Además del bar, su taller constituyó su ocupación profesional.
El taller, todavía en pie, era un pajar habilitado, desordenado, con más pinta de fragua que otra cosa.
Siendo Porfirio tan “favorable”, a su taller se podía acudir para una pequeña chapuza o para pedirle alguna herramienta.
De conversación amistosa, sus historias del fútbol de la época histórica del pueblo o de hechos de su juventud, eran fuente de conocimiento de la intrahistoria local.
Desde hace unos cuantos años las enfermedades empezaron a hacer mella en él. En principio siguió “trasteando” por el taller, pero todo se acaba...
En el verano de dos mil ocho, en un par de tardes, realicé un pequeño reportaje en su taller. Se mostró “coqueto” y prefería posar más que reproducir la cotidianidad de su quehacer.


Porfirio (II) by fyebra
Porfirio (II), a photo by fyebra on Flickr.


En el verano pasado lo encontré en un proceso de deterioro avanzado, provocado por esa enfermedad que despoja de la memoria todo lo que no sea del pasado más remoto. A pesar de ello charlamos unas cuantas veces de temas de su juventud. En estas vacaciones de Semana Santa lo encontré sombrío y me dijo que estaba “jodido” y no mostró ganas de entablar conversación...
El tiempo, inexorable en su discurrir, nos va mostrando estas manifestaciones amargas de su paso. Pero yo quiero, con este pequeño homenaje, recordar su gran humanidad

martes, 26 de abril de 2011

Réquiem por "Los Carracos"

From Lugares Comunes

Martín Yebra murió en León a la edad de 88 años. Dicho así, sólo se puede comentar eso de “todos firmaríamos por llegar a esta edad” o “ya sabemos que aquí no se queda nadie”
Pero Martín era el más pequeño de “Los Carracos”, de Sorribas. Y con él se ha acabado una forma de entender la vida y una familia, la mía paterna, que representaba los valores recios de un tiempo ya pasado.
“Los Carracos”, mezcla de sangre en nuestros antepasados de la montaña lucense, venidos al Bierzo (Iglesia del Campo, Villadecanes, Villamartín…) y de Cacabelos. Angustias y Francisco fundaron su hogar y más tarde construyeron su casa labriega, en Sorribas.
En el período inmediatamente anterior a la Guerra Civil, con el empuje de los hijos mozos, hicieron lo que entonces se llamaba “un buen capital”, plantando numerosas viñas en el altiplano de Iglesia del Campo y en las laderas de Sorribas. Llegaron a ser una familia que en Cacabelos “se manejaba”, y “era respetada”, si bien lejos de los terratenientes del pueblo.
El amor al trabajo, la honradez, la austeridad y la palabra dada fueron sus señas de identidad.
El espíritu aventurero de Ángel, que le llevó a Argentina, el trabajo callado y tenaz y amor a los suyos de Encarnación y Ricarda, la ironía socarrona de Antonio, la alegría y la imaginación de Paco, la seriedad en la vida y el espíritu de trabajo de Juan, (mi padre) y la mesura, trabajo y espíritu de cabeza de familia de Martín, aun siendo el más pequeño…se han acabado para siempre.
Cierto que los que llevamos su apellido intentamos construir nuestras vidas con una parte de la filosofía de la familia…pero ninguno de nosotros ha continuado labrando la tierra, cosa que nos distinguía; los tiempos y los valores, además, ¡son tan diferentes!. El hedonismo consumista actual y el amor al ocio, poco tiene que ver con los valores de “Los Carracos”.

From Lugares Comunes


En la llanura de Iglesia del Campo, donde tantas pozas para las cepas cavaron Paco y Juan, tantos garbanzos arrancaron Encarnación y Ricarda, tantos surcos con las vacas dio Antonio y tantas podas y manos de sulfato repartió Marín, y en el día su entierro, estas líneas quieren ser un homenaje humilde a una familia que vivó con dignidad en esta hermosa tierra.

domingo, 27 de marzo de 2011

El Grito

Después de visitar en los últimos meses la exposición Picasso-Degas, en Barcelona, las antológicas de Manet y Rubens en El Prado, la colección general de el Thyssen....me quedo con el impacto que me causó El Grito, de Saura.
From Pintura

Dos visitas al Reina Sofia, una de ellas de tres cuartos de hora, sólo para "sufrir" de nuevo el golpe.

From Pintura

Esta foto ante "El Peine del Viento I" de Chillida, corresponde a la primera visita al Reina Sofia.
Reflexión colectiva sobre el sentido y las formas del arte del siglo XX, no compartida totalmente entre los cuatro que realizábamos la visita: Isa, Auri, Enri y yo