Su obra siempre estuvo relacionada con el paisaje del Bierzo, donde nació (Villafranca en 1923).
Premio Leopoldo Alas en 1966, gracias a su poemario Una ventana en la carretera, que el mismo autor señaló como el inicio de su carrera, correspondido por una cálida acogida de la crítica. En narrativa, destacó con la obtención del premio Torrente Ballester en el 1994, con el título Las ciudades de poniente.
Suma y reconocimiento de su docena de poemarios y 22 de narrativa fue la obtención del premio Castilla y León de las Letras en 1999.
Poeta de esa Villafranca, antaño capital cultural del Bierzo, que conserva el halo del pasado señorial.
Su vida se acaba, pero su palabra perdurará. Como esta premonición.
Oración
Señor ya sabes mis cuidados con el butano y los grifos
todo lo cierro bien pero es difícil desentenderse
inspecciono la antena
las macetas con tantas criaturas que por debajo pasan
sufro mucho Señor
y aunque te agradezco no haberme hecho cirujano
ni conductor del autobús escolar
te pido que un ratito te quedes responsable
que aguantes todo esto mientras voy a un recado
y cualquier día no vuelvo.
(Antonio Pereira. Meteoros. Poesía, 1962-2006. Calambur)
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