miércoles, 19 de diciembre de 2012

Homenaje a Caballero Bonald

From Lugares Comunes

Mientras junto mis años con el tiempo


Cuantas veces, al acabar el día,
Perdiendo pie en las aguas agolpadas
De mis años, he visto arder, gemir
El cargamento de mi vida, solo
Pendiente del precario hilo trémulo
De algo que aun mantiene su bautismo
Sobre mi corazón, nombre arrancado
A golpes de memoria, para que
Nunca pueda decir que no es verdad
Que espero todavía, que consisto
En seguir esperando todavía,
Mientras junto mis años con el tiempo
Y así me recupero de la vida
Que voy destituyendo diariamente.
.


Homenaje personal a Caballero Bonald, reciente premio Cervantes de Literatura, que en tantas noches me ha acompañado...

viernes, 12 de octubre de 2012

Fin de viaje


fin de viaje


Aquí están, en la última roca, agreste, de Europa, que se adentra en al mar densamente azul.
Los romanos y los pueblos que habitaban estos lugares antes de su llegada veían en su horizonte, al atardecer, el abismo.
Un hombre los dejó cuidadosamente colocados sobre su camisa, mirando al mar, en  el fin de la tierra. Al final del día contemplaran como el Sol se esconde en el océano y tiñe las aguas de rojo.
Los verdes y lluviosos valles navarros, de suaves colinas; la rojiza llanura riojana, salpica de oteros y viñas; la inmensidad  castellana, dorada y solitaria; la altiva entrada a la verde olla del Bierzo y la dura salida hacia las tierras gallegas, plenas de constantes y verdes valles no acabaron  con su determinación: llegar hasta el final.
Tampoco lo rindieron el cierzo persistente de los primeros días, ni los aguaceros duros y fríos de finales de primavera, ni el sol abrasador de los trigales castellanos, ni los agotadores valles galaicos.
Ha llegado al final de su viaje. Quizás era el largo viaje, el tiempo que debía emplear y encontrar el sentido, perdido de su vida, el objetivo.
No está cansado después de estos dos agotadores meses, de extenuantes caminatas diarias, con el viento, la lluvia y el calor como compañeros inseparables.
No ha llegado harto al final, ni ha sentido liberación después concluir un camino que empezó sin valorar las dificultades que debía de superar. No ha arrojado de forma descuidada la camisa y los playeros. Ni de manera violenta. Ha dejado la camisa caer sobre la roca y ha colocado los playeros ordenadamente sobre ella, para que el viento no se la lleve antes del atardecer y la Luna recoja su sufrimiento y sus sueños.
Posiblemente se quedó un largo rato, absorto, contemplando el mar y repasando estos dos últimos meses, sin decidirse a dar media vuelta para reanudar su quehacer cotidiano…
¿Habrá resuelto sus dudas? ¿Acaso estos dos meses no han sido más que un paréntesis y deba de afrontar la verdad mientras vuelve a su casa?¿La verdad será la misma a la vuelta?
Es mediodía. Hay una luz muy dura y demasiada gente intentando llevarse un recuerdo efímero del fin de la tierra… La foto me saldrá mal…Pero algo me empuja a encuadrar y disparar; posiblemente sus pensamientos que se han quedado aquí, en el viento.
Me alejo lentamente, subo al coche y bajo despacio al pueblo. Pido un ribeiro para comer, lleno la copa y la levanto, por ti, hombre desconocido, pero que ya quedarás para siempre en mi memoria geográfica.


 

viernes, 7 de septiembre de 2012

Se van las cigüeñas con el verano....

From Lugares Comunes



Antes del final del invierno, por San Blas, las cigüeñas ocupan los campanarios de las iglesias y catedrales, las copas de los árboles altos y, de manera espectacular e invasiva, las torres de alta tensión, en los valles.
Reacondicionan sus nidos, con nuevos aportes de ramas, hasta dejarlos consistentes y protectores y comienzan el apareamiento y la cría.
El crotoreo resuena constante y rompe el silencio de los pueblos, en las mañanas frescas y en los atardeceres rojizos.
Cuando los labradores abren con su arado el campo en primavera, acuden en busca de comida, acompañándolos en su tarea. No recelan de la compañía humana de los labradores…
En las zonas húmedas, de pastizales o humedales, o en las aguas remansadas de los ríos, picotean sin descanso en busca de insectos, peces o pequeños reptiles, caminando con la lánguida elegancia de dama decadente.
Componen una de las más bellas estampas de la primavera.

A medida que avanza el verano, cumplido ya el deber reproductor, comienzan a verse los nidos silenciosos y vacíos. Algunas se resisten a abandonarnos e incluso picotean en los campos amarillentos de rastrojo. Pero, inexorablemente, en Agosto, los campanarios se despueblan….
Del mismo modo que no todos los humanos no se resignan a los dictados del destino, en este verano, esta pareja se negaba a abandonarnos y las puede admirar todos los días en un prado en Villadepalos, entre los inclementes rayos del sol y  la sombra de los chopos….Pensaba “nos negamos a que acabe el verano y nos resistimos a la ya próxima rutina, de la ciudad yo, y de las tierras más áridas ellas…”

From Lugares Comunes
En los últimos días de agosto, de visita a Zamora, contemplaba el estallido rojo en las delgadas y negras nubes de un hermoso atardecer, desde el Castillo, mientras veía como  el Cid perseguía con rabia y dolor a los que habían dado muerte a su amigo del alma y rey, una bandada enorme de cigüeñas, con majestuoso vuelo, regresaban del Duero a la ciudad y se aposentaron en sus nidos, ocupando totalmente las torres de las iglesias de la vieja ciudad y su hermosísima catedral.
La imagen me pareció de una serena belleza que ya no podía esperar como regalo de un atardecer de finales del verano.
No eran dos las que no se resignaban a su destino. Eran una colonia entera.
¿Resistirán todas el crudo invierno de las tierras llanuras zamoranas?¿Las cigüeñas zamoranas han bebido del espíritu austero y resistente ante la adversidad de la gente de la planicie central española? ¿Los pobladores de la dura estepa resistirán más que los del fértil valle del Bierzo?


sábado, 25 de agosto de 2012

¡Viva México, cabrones!

From Lugares Comunes
En la época gloriosa de la Revolución Mejicana este grito, nacido de lo más profundo del pueblo, significaba la afirmación de la dignidad de un pueblo, el mejicano, y una clase social, los sin tierra, expresado en condiciones dramáticas.

A los españoles también nos alumbró un rayo de ilusión poco después, aunque la esperanza que significó la república se truncara de manera tan violenta y desgarradora que no nos dejó ni siquiera un grito…porque “Tierra y Libertad” no logró la universalización entre nosotros…

Un siglo más tarde los logros de aquella revolución mexicana se han esfumado. Los revolucionarios se institucionalizaron y ahora los campesinos son carne de cañón para la Migra o los narcos…pero aun hoy es un grito que une frente a la opresión.

Hace varios años, en uno de los recorridos básicos de entrenamiento en bici, en el Delta del Llobregat, apareció un día esta pintada. Cada vez que la veía, pensaba en quién podría haber sido el autor y sobre todo, el motivo…. No acertaba a encontrar el nexo entre la España urbana de finales del XX y el México agrícola de hace cien años. Sería algún mexicano morriñoso, o un temporero árabe, o un “antisistema”…

¡Viva México, cabrones! ¡Qué hermoso suena! Una lástima que los españoles no tengamos un signo, ni siquiera un grito que nos una y nos sirva de bandera ante la indignidad.

¡Viva México, cabrones! Este año recobra su significado profundo y visceral. Frente a los del FMI, los bancos, la bolsa, los ideólogos de la escuela de Chicago, los lacayos de los partidos y los que nos gobiernan, cuando paso por la carretera agrícola de Sant Boi, no puedo dejar de gritar…. ¡Viva México, cabrones!

domingo, 12 de agosto de 2012

Amancio Prada en el Monasterio de Carracedo

En el Monasterio de Carracedo, en una noche azul y estrellada del mes de Julio, Amancio Prada nos obsequió con un concierto sublime en el homenaje a Ramón Carnicer. Con canciones de poetas leoneses primero, luego de su repertorio gallego y español nos regaló su voz diáfana y profunda en la noche berciana. En un contexto intimista, con un público fiel y coparticipe de muchas de sus vivencias, Amancio fue desgranando un hermoso paseo por su vida (y la nuestra...). Amancio Prada. El momento más comunicativo se produjo cuando el ruido de un labrador que a esas horas sulfataba las manzanas provocó la interrupción durante un rato del concierto, hasta que el buen labrador nos permitió continuar. En esos momentos Amancio nos recordó alguna de sus vivencias personales con su padre, labrador también. Amancio Prada II. A su madre, presente en el concierto, le dedicó una interpretanción conmovedora de "minha nai, minha naicinha, como a minha nai ningua, que me quentava a carinnha co calorcinho da sua". Amancio Prada III Con la poetisa Carmen Busmayor interpretó dos bellas canciones. Amancio Prada IV Nos mostró luego la fotografia, de casi cuarenta años antes, en el mismo monasterio, todavía muy en ruinas y sin perspectivas de reconstrucción, con el violoncelista Eduardo Gattinoni, para la grabación de "Vida e Morte"...el burro de la fotografia era el único espectador de entonces. Amancio Prada V Amancio Prada VI El final fue una impresionante culminación del concierto, cantanto con el úninco instrumento de la percusión sobre su corazón. Amancio Prada  VII Concierto para recordar dulcemente durante mucho tiempo...con una única triste reflexión: ¿la poesía y la música, tan admirablemente hermanadas por Amancio, no encuentran eco en una juventud entregada a los productos prefafricados ?

jueves, 19 de abril de 2012

El Tiempo del Silencio

From Lugares Comunes

Una vez, al final de mi infancia, comencé a oír hablar del “Tiempo del Silencio”.
Tenía doce años y los pueblos se llenaron de unos carteles que no anunciaban ni las fiestas de La Pascua o San Roque, ni ningún circo o compañía de teatro que actuase en Cacabelos o Ponferrada.
“Adornaban” la Plaza de Cacabelos, fachadas, postes. Y en lugares increíbles…como Sorribas, en donde nunca pasaba nada, también llenaban el poste de la luz que estaba en frente a casa de mis abuelos…
“25 años de Paz”. En principio no entendía nada y no le di importancia. Pero “aquello” iba en aumento y decidí preguntar a mi padre.
Juan no me contestó; como buen padre, bastante tenía con trabajar de sol a sol, calladamente, como para explicarme algo del “Tiempo del Silencio”.
Mi abuelo, que siempre me explicaba, prolijamente, todas las historias que yo le pidiese, contestó con un mohín a mis preguntas…
Mi madre, viendo que yo no me rendía, me explicó:
-Que ahora estamos en paz. Que nunca vuelva una guerra. ¡Tu no sabes lo que es eso!
Mi abuela, siempre comedida y tan cariñosa conmigo, se enfureció mucho ante mis preguntas y me soltó una frase que me repetiría durante mi juventud: “acabarás como tu tío”. Esta aseveración me dejó muy confundido, porque yo no sabía que tuviera un tío “que hubiera acabado”. Pero no conseguí que nadie me hablara del tema. Aquí si que había pinchado hueso…

O sea, que había habido una guerra. Hacía 25 años. Para mi edad y la perspectiva temporal que ello confiere, hacia una eternidad. No acertaba porque deberíamos de preocuparnos de ello….Veinticinco años me situaban esta guerra tan lejana como la de Napoleón y de ella nadie se ocupaba…..Pero mi madre me lo explicaba con una cara de miedo y preocupación que nunca había visto en ella y eso si que dejó confuso…

“Vota. 25 años de paz”.
¡Ostra! La cosa se estaba complicando por momentos. ¿Qué es eso de votar? ¿Qué se vota?¿Cómo se vota? ¿Se puede votar no a la paz? Si estamos en paz, ¿por qué tenemos que votar “si a la paz”?
En las conversaciones de los mayores se empezó a hablar del “Tiempo del Silencio” y yo empecé a escuchar, porque me enteraba de más cosas que preguntando…
-Que nunca vuelva la guerra (no una guerra, “La Guerra”), una guerra entre hermanos….y el hambre… y los muertos…y las atrocidades….”aquello fue terrible”, “Dios mío, que no se vuelva a repetir”, “hay que votar por Franco, por la paz”…
A mi padre le oí “que no vuelvan el cuarenta y el cuarenta y uno”, otra frase que me habría de acompañar en mi juventud…

Se votó, claro. Todo el mundo fue a votar. Todos le dijeron si a la paz.
From Lugares Comunes

Años más tarde sabría/sabriamos que se habían votado la restauración borbónica….

En los días siguientes la gente estaba más aliviada: “Menos mal, no volverá la guerra” ¿Cómo se podría haber votado otra cosa?

Bien, vuelta a la tranquilidad….

Pero a mí ya no me bastaba con saber aquello. Necesitaba saber el porque de tanto silencio.
A mi familia le removió el pasado y empezaron poco a poco a recordar. En los años siguientes, en todas las reuniones familiares, (la matanza, el maja, la Pascua, el San Roque, Las Nieves…) o en las largas veladas del invierno, después de cenar, se explicaba como lo había vivido y padecido nuestra familia y las historias de los demás.
Ya era el tema de mi adolescencia. Quería saber más y más. Escuchaba, preguntaba, leía todo lo que caía en mis manos (“Historia y Vida”…). Me imagina la historia al revés y me enfurecía románticamente porque había acabado todo así. Años más tarde me enfurecería todo lo que este “Tiempo del Silencio y Oprobio” me había robado.
From Lugares Comunes

domingo, 11 de marzo de 2012

Estany del Remolar

From Fauna, El Prat

Después de un par de meses, visita al espacio natural del Remolar, al lado del aeropuerto.
De lo más destacado, siete flamecos. Este se acercó bastante al mirador.
From Fauna, El Prat

Flamenco en vuelo.
From Fauna, El Prat

Tres flamencos en aterrizaje,que inician la carrera sobre el agua.
From Fauna, El Prat

Lagunero adulto. Realizó dos pasadas fugaces sobre el mirador, cogió las térmicas y luego estuvo sobrevolando un buen rato a enorme altura.
From Fauna, El Prat

Este avetoro realizó dos pasadas, ambas a contraluz.
El resto, los acicalamientos, aterrizajes, peleas y cortejos de los residentes más fijos: las anátidas

domingo, 26 de febrero de 2012

No vive ya nadie aquí. Prada de la Sierra.

casa Prada de la Sierra by fyebra
casa Prada de la Sierra, a photo by fyebra on Flickr.



Cuando sólo habita el silencio y el olvido y piensas (¿a dónde han ido a para las risas y los llantos?), César Vallejo te devuelve la esperanza:

No vive ya nadie en la casa —me dices—; todos se han ido. La sala, el dormitorio, el patio, yacen despoblados. Nadie ya queda, pues que todos han partido.
Y yo te digo: Cuando alguien se va, alguien queda. El punto por donde pasó un hombre, ya no está solo. Únicamente está solo, de soledad humana, el lugar por donde ningún hombre ha pasado. Las casas nuevas están más muertas que las viejas, por que sus muros son de piedra o de acero, pero no de hombres. Una casa viene al mundo, no cuando la acaban de edificar, sino cuando empiezan a habitarla. Una casa vive únicamente de hombres, como una tumba. De aquí esa irresistible semejanza que hay entre una casa y una tumba. Sólo que la casa se nutre de la vida del hombre, mientras que la tumba se nutre de la muerte del hombre. Por eso la primera está de pie, mientras que la segunda está tendida.
Todos han partido de la casa, en realidad, pero todos se han quedado en verdad. Y no es el recuerdo de ellos lo que queda, sino ellos mismos. Y no es tampoco que ellos queden en la casa, sino que continúan por la casa. Las funciones y los actos se van de la casa en tren o en avión o a caballo, a pie o arrastrándose. Lo que continúa en la casa es el órgano, el agente en gerundio y en circulo. Los pasos se han ido, los besos, los perdones, los crímenes. Lo que continúa en la casa es el pie, los labios, los ojos, el corazón. Las negaciones y las afirmaciones, el bien y el mal, se han dispersado. Lo que continua en la casa, es el sujeto del acto.
Poemas póstumos
César Vallejo


Una família lucha porque Prada de la Sierra no sea un pueblo muerto más. Éste es mi pequeño homenaje para ellos.

viernes, 13 de enero de 2012

Diego Rivera, en Burgos



En la Casa del Cordón, en una breve estancia en Burgos para pasar el fin de año, aprovecho para ver la exposición de Diego Rivera.
37 obras que abarcan desde sus inicios, pasando por su etapa de contacto con las vanguardias europeas, en la que abraza el cubismo, su viaje determinante a Italia y su época de compromiso, en la que exalta los valores sociales e indigenistas, con un trabajo creativo intenso y apasionado.
Al margen de sus retratos indigenistas, me sorprendieron especialmente los cuadros cubistas.
From Pintura

Resulta sorprendente como una exposición de tan extraordinaria importancia, de uno de los pintores más relevantes del S XX, puede recalar en una ciudad “de provincias”. Luis me dice que en el equipo gestor de la Casa del Cordón programa exposiciones siempre muy interesantes.
Con Tito comentábamos que la obra social y cultural de las cajas justificaba su finalidad diferente a los bancos, en otra época, antes de que el poder político las corrompiera y el poder económico las ahogara.