sábado, 25 de agosto de 2012

¡Viva México, cabrones!

From Lugares Comunes
En la época gloriosa de la Revolución Mejicana este grito, nacido de lo más profundo del pueblo, significaba la afirmación de la dignidad de un pueblo, el mejicano, y una clase social, los sin tierra, expresado en condiciones dramáticas.

A los españoles también nos alumbró un rayo de ilusión poco después, aunque la esperanza que significó la república se truncara de manera tan violenta y desgarradora que no nos dejó ni siquiera un grito…porque “Tierra y Libertad” no logró la universalización entre nosotros…

Un siglo más tarde los logros de aquella revolución mexicana se han esfumado. Los revolucionarios se institucionalizaron y ahora los campesinos son carne de cañón para la Migra o los narcos…pero aun hoy es un grito que une frente a la opresión.

Hace varios años, en uno de los recorridos básicos de entrenamiento en bici, en el Delta del Llobregat, apareció un día esta pintada. Cada vez que la veía, pensaba en quién podría haber sido el autor y sobre todo, el motivo…. No acertaba a encontrar el nexo entre la España urbana de finales del XX y el México agrícola de hace cien años. Sería algún mexicano morriñoso, o un temporero árabe, o un “antisistema”…

¡Viva México, cabrones! ¡Qué hermoso suena! Una lástima que los españoles no tengamos un signo, ni siquiera un grito que nos una y nos sirva de bandera ante la indignidad.

¡Viva México, cabrones! Este año recobra su significado profundo y visceral. Frente a los del FMI, los bancos, la bolsa, los ideólogos de la escuela de Chicago, los lacayos de los partidos y los que nos gobiernan, cuando paso por la carretera agrícola de Sant Boi, no puedo dejar de gritar…. ¡Viva México, cabrones!

domingo, 12 de agosto de 2012

Amancio Prada en el Monasterio de Carracedo

En el Monasterio de Carracedo, en una noche azul y estrellada del mes de Julio, Amancio Prada nos obsequió con un concierto sublime en el homenaje a Ramón Carnicer. Con canciones de poetas leoneses primero, luego de su repertorio gallego y español nos regaló su voz diáfana y profunda en la noche berciana. En un contexto intimista, con un público fiel y coparticipe de muchas de sus vivencias, Amancio fue desgranando un hermoso paseo por su vida (y la nuestra...). Amancio Prada. El momento más comunicativo se produjo cuando el ruido de un labrador que a esas horas sulfataba las manzanas provocó la interrupción durante un rato del concierto, hasta que el buen labrador nos permitió continuar. En esos momentos Amancio nos recordó alguna de sus vivencias personales con su padre, labrador también. Amancio Prada II. A su madre, presente en el concierto, le dedicó una interpretanción conmovedora de "minha nai, minha naicinha, como a minha nai ningua, que me quentava a carinnha co calorcinho da sua". Amancio Prada III Con la poetisa Carmen Busmayor interpretó dos bellas canciones. Amancio Prada IV Nos mostró luego la fotografia, de casi cuarenta años antes, en el mismo monasterio, todavía muy en ruinas y sin perspectivas de reconstrucción, con el violoncelista Eduardo Gattinoni, para la grabación de "Vida e Morte"...el burro de la fotografia era el único espectador de entonces. Amancio Prada V Amancio Prada VI El final fue una impresionante culminación del concierto, cantanto con el úninco instrumento de la percusión sobre su corazón. Amancio Prada  VII Concierto para recordar dulcemente durante mucho tiempo...con una única triste reflexión: ¿la poesía y la música, tan admirablemente hermanadas por Amancio, no encuentran eco en una juventud entregada a los productos prefafricados ?