sábado, 18 de septiembre de 2010

Lo que queda del verano (I)




Suso y yo, en compañia de mi mujer, intentamos cumplir nuestra promesa de captar las voces, los ecos perdidos... del último pueblo leonés muerto oficialmente.
Estaba tan muerto que no encontramos ni una sola indicación y, a pesar de preguntar a mineros, a gente de Torre del Bierzo, la falta de letreros y la cantidad de pistas (mineras, de los molinos de viento...) que cortaban los montes, recorrimos toda una tarde la zona...estuvimos cerca...y al anochecer decidimos volver el año que viene, con un mapa de montañeros...
Suso, en aquellos montes y caminos que conducían al olvido, añadió sus palabras densamente humanas a los ecos que vagaban, ya sin dueño...

1 comentario:

Isabel dijo...

Y mira que buscamos el camino....