Era un alemán sonriente, trotamundos, alegre, contagioso, de los que te hace sentirte bien en la vida.
Tenía un concepto de la vida poco tradicional....no compartía convencionalismos y le gustaba la vida libre y no tanto las obligaciones pesadas de cada día...Pero, desde que lo conocí, hace seis años, las salidas en bici eran más agradables... Compartimos jornadas de bici en grupo y solos, y nuestras aventuras con su auto caravana en la marcha de la Bonaigua...
Había esponsorizado nuestro club, la Escola Pratenca.
Luego, las cosas en el gimnasio no le fueron tan bien. A finales del año pasado decidió mudarse a un local más pequeño. Quedamos en hacer una sesión de fotos para su nueva web, pero no le acababan de llegar unos pósters y desde hace dos meses ya no sabía nada de él. Me rebotaban sus emails y llamadas....
Se fue a Alemania para tratarse, pero no soportó la situación...
Siempre nos quedará la Boanaigua...un alemán tiene dos piernas, no puede beber sólo una cerveza....
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