domingo, 27 de noviembre de 2011

Sin salida

Sin salida

Las líneas conducen inexorablemente la visa hasta el final del paralelogramo.
De entrada la luz produce una sensación engañosa, de esperanza; pero el muro del fondo corta la ilusión: no hay salida.
Una piedra y la ventana de la izquierda devuelven un poco el optimismo: quizás si arrojo la piedra contra la ventana pueda realizar un agujero y salir. Pero un análisis más detallado me recuerda que entra poca luz, menos que por el techo…y éste ya parece demasiado resistente como para poder traspasarlo.
Reparo en la derecha; no me había fijado por la falta de luz, pero hay una mancha que parece de sangre. Signo inquietante. Tal vez alguien, antes que yo, ha intentado buscar la salida aquí…
Si pudiera volver retroceder…pero la geometría me lleva hacia adelante. No hay vuelta atrás.
Al final, a la derecha parece que encuentro un atisbo de esperanza: hay una puerta. ¿Estará abierta?. No entra luz…y la pared está cubierta de humedad, puede que esté orientada al norte. Si esta es la salida, la humedad y el frío se apoderarán de mis huesos.
Oigo voces, me llaman… ¿O son voces interiores?. ¿Será el final?
Parece que me he entretenido demasiado en hacer fotos...
Quién sabe, tal vez algún monje del Monasterio de San Pedro de Montes, después del año de su fundación, en el 635, sintió el mismo frío que yo ahora: ¿hay salida?

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